¿CÓMO LOGRAR NUESTRAS RESOLUCIONES SIN FRACASAR EN EL INTENTO?

Como se tiende a hacer cada año nuevo, pensamos en las resoluciones o metas que quisiéramos lograr durante el nuevo ciclo entrante. El año pasado les dimos los siguientes consejos para proponerse durante el año: comprometerse con la felicidad, reconocer nuestros recursos, aprender a agradecer y buscar el sentido de nuestras prácticas. Suena ambicioso, pero  sabemos que si lo ponemos en práctica, mejoraremos nuestra calidad de vida. Sin embargo, primero habría que preguntarse: ¿Logramos concretar algunas de nuestras resoluciones? ¿Hace cuánto tiempo que nos proponemos la misma meta y no la logramos? ¿Tendemos a culpar al año de las desgracias en vez de responsabilizarnos a nosotros mismos por nuestras acciones y decisiones tomadas? Sin ir más lejos, por las redes sociales circulaba un mensaje que decía: “el 2014 quiero cumplir las metas del 2013 que me propuse el 2012 y no cumplí el 2011” que ironiza con esta situación.

Una de las razones por la cual no cumplimos las resoluciones o las metas es porque son difíciles, que no es lo mismo que decir “requieren de esfuerzo”. De hecho las resoluciones más populares según encuestas realizadas en Estados Unidos, son: bajar de peso, comenzar un voluntariado y dejar de fumar. Muchas veces actuamos esforzándonos mucho, cumplimos tareas, metas, expectativas y ni siquiera nos damos cuenta del trabajo que implicó. Por ejemplo, tomamos decisiones importantes, trabajamos en lo que nos pidió nuestro jefe, apoyamos con las tareas de los hijos, salimos con nuestra pareja, vamos a ver una película, en general no percibimos que es un esfuerzo porque tiene un sentido y lo encontramos agradable. El problema es que las metas que generalmente no cumplimos son las que valoramos en nuestro lenguaje o pensamientos como “desagradable”.  Al considerarlas desagradables, casi automáticamente pensamos en hacerlo más tarde, en otro momento, más adelante, el lunes, cuando tenga ánimo, etc. Y es justamente en ese momento cuando comienza el auto-boicot y los obstáculos mentales. Por lo tanto, es nuestro diálogo interno el que debe cambiar, pero antes es mejor cuestionarse si es algo que quieres de verdad, ya que los boicots pueden ocultar ciertas ambivalencias con la meta elegida o con lo que implica llegar a ello, que nos hace desviarnos de foco, y simplemente no cumplir.

Si ya te decidiste, recomendamos someter el objetivo a un proceso mental. Esto quiere decir imaginarse, usando todos los sentidos, el cumplimiento de lo que quieres lograr. Ojalá tener una visualización con todos sus detalles. Por ejemplo, si quiero dejar de fumar debes imaginarte cómo sería tu vida sin fumar, cómo te sentirías, que cosas nuevas tendría, qué te dirían los otros, etc. De lo contrario solo estarás contactando nuestra mente con la parte difícil, atrayendo a los boicots, en cambio, si visualizas cuando ya lo lograste, estás facilitando experiencias de éxito, que ya han demostrado favorecer un mejor resultado. Así tendrás a tu mente alineada con lo que quieres y no en constante conflicto.

Posteriormente, viene una etapa de planificación, idealmente lo más específico, concreto y medible. Es el momento de fijar una fecha para su inicio, calendarizar en pasos, definir objetivos más pequeños para el logro de la meta general, etc. Además, predecir obstáculos y  formas de solucionarlas de antemano, para que cuando surjan, ya tengas una carta de bajo de manga para enfrentarlos. Fija una fecha para reflexionar de cómo vas avanzando en tu meta y así ir redirigiendo tus esfuerzos y conductas si estás aflojando. Puedes darte un premio o recompensa si ves que vas avanzando. Por ejemplo, si has bajado un par de kilos, si llevas un mes sin fumar, si has podido jugar más con tus hijos, etc. Debemos aprender a buscar motivación cuando disminuya, recordar y visualizarnos con nuestra meta cumplida todas las veces que sea necesario. Y como ya hemos dicho en reiteradas ocasiones, utilicen las recaídas como oportunidades para mejorar las estrategias, evalúen que falló y continúen. No arriesguen todo lo conseguido para terminar no consiguiendo nada, ya que la única manera de lograrlo es retomar.

¡Les deseamos mucho éxito en lo que quieran cumplir este año y esperamos haberles contribuido con algunas estrategias para lograrlo!