¿CRISIS DE LA AUTORIDAD? LA IMPORTANCIA DE PONER LÍMITES EN NUESTROS NIÑOS

Hoy en día en nuestra sociedad existe una crisis de autoridad dentro de la familia, en relación al establecimiento e instalación de los límites y la disciplina en nuestros hijos. Esta crisis responde, muchas veces, al temor a caer en el autoritarismo que se ejercía años atrás, a no pasar a llevar los derechos de los niños limitando su conducta y por último, a la noción de que imponer límites muchas veces conlleva ciertos conflictos que algunos padres prefieren evitar.

En la actualidad a los padres se les hace muy difícil la tarea de ejercer la disciplina y de establecer normas  y límites claros y firmes por temor a generar distancia y dificultades en la relación con sus hijos. Es por esto, que es de vital importancia entender y comprender que los límites y las normas en el contexto familiar suponen uno de los factores de protección más significativos para nuestros niños; y es el mejor y más seguro escenario para ir trabajando, probando y aprendiendo esta temática.

La autoridad limita y restringe pero por sobre todo protege y contiene. Los niños necesitan sentirse seguros y sentir que se mueven en un espacio conocido, con certezas y certidumbres, que les van enseñando reglas de convivencia, que les ayudará finalmente a convivir en sociedad.  Los límites van dibujando una guía y una pauta en los niños que poco a poco van internalizando, logrando cierto autocontrol y autodisciplina sin la necesidad constante del adulto.

Cuando los niños comienzan a hacerse independientes, atravesando ciertos hitos fundamentales tales como caminar, hablar y relacionarse con otros de manera segura, es que empieza la búsqueda de su autonomía e individualidad. Es ahí, donde comienzan a probar e intentar explorar con mayor ímpetu el mundo que los rodea. En este proceso de exploración y conocimiento es que necesitan independizarse de sus padres y comienzan a traspasar o transgredir algunos límites con el objetivo de imponer sus deseos por sobre los de sus padres e ir forjando su propia identidad. Aquí es donde los padres necesitan ser fuertes y consistentes en marcar los límites y pautas claras que permitan y les entreguen a sus hijos puntos de referencia y modelos de conductas para su futura inserción en la sociedad, para el aprendizaje de normas sociales y para el mejor y mayor manejo de la frustración.

Es fundamental que tanto las normas como los límites los entendamos como una muestra de cariño y afecto hacia los niños, ya que de esta manera les estamos entregando protección y cuidado. Y ellos, a su vez, logran aprendizajes significativos de cómo convivir en sociedad, creando sus propios referentes y adquiriendo pautas de lo que es válido y lo que no lo es y finalmente internalizando a los adultos como guías y personas de apoyo y contención a los que pueden acudir ante cualquier problemática.

Algunas sugerencias para poner límites:

-Es importante ser objetivos y claros en poner los límites: Evitar las generalizaciones como “pórtate bien” y ser precisos en definir la conducta que esperamos de ellos, como por ejemplo: “No cruces la calle solo, me tienes que dar la mano para hacerlo”.

-Es fundamental explicar el por qué de la norma o límite que se le está indicando para que les haga sentido y lo entiendan. Para esto debemos evitar la frase “Porque yo lo digo” o “Porque no” e intentar explicarles las consecuencias de sus actos al transgredir el límite como por ejemplo: “Porque si metes el dedo en el enchufe, te puedes hacer daño”.

-Deben ser realistas, es decir, que sean posibles de cumplir y que se ajusten a la realidad del niño (edad, etapa del desarrollo, etc)

-En algunos casos, podemos dar opciones a los niños para reducir la resistencia y darles una oportunidad de decidir, dentro de ciertos parámetros. Como por ejemplo, si es hora de dormir, darle la opción de leer un cuento antes o cantar alguna canción.

-Definir las consecuencias que derivan de los límites si son transgredidos, es esencial que no sean exageradas, que sean justas y que el cumplimiento sea real.

-Y cuando el niño cumpla la norma es importante el refuerzo positivo para que vaya internalizando la conducta y luego se esfuerce por regularse y atenerse a los límites establecidos.

Ps. Camila Domínguez F.