¿CÓMO FORTALECER LA AUTOESTIMA DE LOS NIÑOS?

Expresar amor por los niños y felicitarlos por sus logros siempre es una buena estrategia para fortalecer su autoestima. Sin embargo, podemos sumar otros métodos desde una perspectiva diferente.

Una persona que cree en sí misma, confía en su capacidad para lograr lo que se proponga, reconoce sus defectos o debilidades y en general, le gusta quién y cómo es, admitiendo que de todas maneras debe trabajar en mejorar cada día, es una persona lista para enfrentar el mundo. Es alguien que tiene muchas menos posibilidades de ser abusado, porque entiende que tiene el derecho de ser respetado y, por lo tanto, sabe defenderse con firmeza sin necesidad de utilizar la violencia. Es decir, se respeta y los demás lo perciben.

Teniendo esto en mente tenemos que concentrarnos en que los niños adquieran una fuerte autoestima basada en la formación de su carácter, lo cual no es una tarea sencilla, pues los niños se ven desafiados en cada paso. Tendrá que decidir ser una buena persona, cuando tal vez sea más sencillo comportarse de otra manera. Esto nos ocurre a todos nosotros día a día, ya que todos nos sentimos inclinados a hacer lo que queremos.

La autoestima y la toma de decisiones están estrechamente ligadas. Cada mañana te levantas a trabajar, a proteger a los tuyos, a ayudar a los demás, a cuidar tu salud, a aprender algo nuevo y en pocas palabras a hacer algo constructivo y con esto te sientes buena persona, alguien capaz, que aporta a la comunidad, responsable y sano.

Todo lo anterior no es un aprendizaje fácil, por lo que aquí van cinco aspectos a tener en cuenta para potenciar el amor propio en nuestros niños:

1. ENTREGUE RESPONSABILIDADES

Este aspecto es fundamental porque desde pequeños podemos asignarles responsabilidades y tareas. Es frecuente escuchar a los padres decir que la única responsabilidad de los hijos es la escuela. Por supuesto que es una responsabilidad importante, sin embargo, no debería ser la única. No se trata de agobiarlos con mil actividades, ni que ellos hagan el trabajo que nos corresponde. El punto es que una parte de su tiempo libre se dirija de alguna manera al apoyo familiar.

El efecto que tienen las responsabilidades en casa está comprobado, observándose mejoras en el rendimiento y conductas en el colegio. En resumen, le permite sentirse parte del equipo familiar y la sensación de que todos están orientados hacia el mismo objetivo como equipo.

2. PROMUEVA LA SOLIDARIDAD

Hay que hacer cosas buenas para sentirse una mejor persona, esto hará que inevitablemente la autoestima aumente.

Supongamos que una mañana sales hacia tu trabajo, y al llegar a la calle notas que una señora mayor está temerosa de cruzar hacia la otra vereda. Te ofreces a ayudarla a cruzar y los dos emprenden el camino. Cuando llegues al otro lado de la calle y te despidas de la mujer, seguramente estarás sonriendo y continuarás tu trayecto sintiendo que has hecho una buena obra. Y definitivamente, te sentirás bien contigo mismo. Luego sentirás la necesidad de contarle al resto con orgullo lo que hiciste.

Esto se lo podemos enseñar a nuestros hijos: cómo identificar una sensación de logro. Podemos empezar con algún logro del niño; metió un gol, hizo un dibujo, ayudó a un amigo, etc. Inmediatamente después pregúntale cómo se siente, deja que te explique, no pongas palabras en su boca. Hazle notar que cuando algo nos gusta mucho queremos decírselo a las demás personas y juntos compartir esa alegría, y que cuando sabemos que algo no está bien o nos da vergüenza, no queremos contarlo.

Este ejercicio le proporciona al niño la capacidad de identificar las conductas indebidas por parte de los abusadores, por lo que será capaz de defenderse o contarle a alguien que pueda protegerlo. Además lo ayudará a aprender a tomar buenas decisiones respecto a su propio comportamiento.

3. FELICITACIONES Y LAS CRÍTICAS

Los estudios indican que la proporción correcta sería felicitar a tu hijo cinco veces por cada crítica, logrando así que la orientación de la crianza sea más bien positiva que negativa.

Los halagos deben ser siempre sinceros y justificados con logros reales. Las críticas deben ser justificadas también, ya que si no lo son, son crueldad y humillación. Si son constantes y no constructivas es peligroso, porque acostumbramos al niño a dicho trato, enseñándole a permitir que otros lo traten así.

La crítica debe ser constructiva, es decir, una instancia de aprendizaje, mostrándole las formas correctas de hacer o reaccionar. Ten siempre en consideración que la crítica debe ser dada de forma asertiva (sin enojo/rabia) y debe ser neutra, ya que debe ser vista como una corrección. Manejar la crítica fortalece el carácter y de esta forma también permite conocer sus debilidades para dominarlas de forma más eficaz en el logro de objetivos.

4. FOMENTE UN BUEN AUTOCONCEPTO

Tener una buena imagen de sí mismo es el equivalente a una autoestima sana. Son nuestros padres y figuras significativas los que nos dicen y orientan respecto a quiénes somos.

El primer paso es la aceptación del niño que tenemos en frente, dejar de intentar transformarlo en alguien que no es. Tampoco proyectemos necesidades nuestras en los niños. La aceptación es lo que se conoce como el amor incondicional.

Entonces enseñémosles a describirse de forma positiva. Por ejemplo, si le oyes decir: “soy muy gordo”, explícale que puede decir lo mismo desde otra perspectiva: “¡necesito bajar de peso!”. Pareciera ser igual; sin embargo, el impacto en nuestra autoestima es distinto. El describirse como gordo habla de un resultado final (tal vez producto de una mala alimentación). El decir que debe bajar de peso, en cambio, habla de una tarea por realizar. Lo ideal es visualizar un claro objetivo a alcanzar, movilizando así a la persona a mejorar.

Otro modo de ayudarlos es describir alguna característica de ellos en presencia de otra persona y justificando por qué es bueno ser así, siempre que el niño esté escuchando. Por ejemplo: “Amanda es tan sociable, eso es muy bueno porque así ella va a tener muchos amigos con quien jugar y los amigos son muy importantes en la vida, nos ayudan, reímos juntos, etc.”

5. EXPRESION DEL AFECTO

Respetar el espacio y el límite corporal de cada niño va a repercutir de forma adecuada en su desarrollo y conocimiento acerca de sí mismo. No sólo vamos a estar respetando su espacio, si no que también les enseñamos a respetarse a sí mismos. Por lo que es importante observar si nuestra conducta emocional está en sintonía con la de nuestro hijo, es decir, si él se siente cómodo con nuestro abrazo, besos, caricias etc. Quizás si lo observamos incómodo o molesto, probablemente estaremos siendo muy invasivos o ansiosos, por lo que debemos dar un paso atrás y buscar de a poco el nivel de cercanía y comodidad, para así respetuosamente estar ambos en sintonía.

Hay niños que son más esquivos al contacto físico, por lo que se sugiere encontrar otras formas de demostrar nuestro amor, por ejemplo; vernos interesados por los juegos y sus opiniones. Esto da un alto nivel de seguridad y cercanía, ya que si a la persona a quien más quiero y de la cual dependo se interesa por mí, quiere decir que estoy haciendo las cosas bien (me quiere y soy importante).

Elementos extraídos del libro: “No más víctimas, Cómo fortalecer el carácter de los niños para prevenir el abuso”. Mónica Bulnes Puerta (2013)

Ps. Magdalena Rosati B.