Pedro menciona: “Me duele mucho de verdad no poder armar un núcleo. Lo único que quiero es tener una familia y no cuaja y no pega y me angustia”. Así como Pedro se cuestiona su relación familiar o lo que debe ser una familia, son muchas las parejas de familias ensambladas, que se encuentran en la encrucijada de cómo poder formar una identidad familiar en donde todos se sientan parte, a pesar de la inexistencia de vínculos consanguíneos entre padrastros-madrastras e hijastros-hijastras.
¿Qué es una familia ensamblada?
Hoy en día existen diferentes formas de ser familias, a pesar de que la familia nuclear sigue siendo la forma más tradicional. Tanto a nivel mundial como en Chile, existen cada vez más parejas que se divorcian y que vuelven a emparejarse en segundas o terceras instancias, formando nuevos núcleos familiares, lo que se conoce actualmente como familias ensambladas. En Chile durante el 2011, se realizaron 47.076 divorcios, cifra que sorprende si se considera que sólo se concretaron 66.132 matrimonios. De ese número de uniones civiles, no se encuentran datos de qué porcentaje serían los matrimonios en segundas o terceras nupcias.
Las familias ensambladas o reconstituidas según Gill Gorell (1990), se crean “cuando dos adultos forman una nueva familia a la cual ambos, o uno de ellas, traen un niño nacido de una relación anterior. Estas familias pueden formarse a partir de un solo progenitor no casado, de un divorcio, del rompimiento de una convivencia anterior o como consecuencia de una muerte”. En cuanto a los hijastros, estos pueden convivir de forma completa o parcial en esta nueva agrupación familiar.
Por otra parte, la literatura clasifica dos tipos de familia ensamblada la simple y la compleja. La simple es aquella que solo un miembros de la pareja posee hijos de una relación anterior. Por otro lado, la compleja es aquella donde ambos miembros de la pareja aportan con hijos de relaciones pasadas. Las investigaciones indican que, tal como su nombre lo señala, las familias ensambladas complejas presentarían mayores dificultades para alcanzar una organización familiar que deje a todos sus miembros satisfechos.
¿Dificultades propias de las Familias Ensambladas?
La constitución de una familia ensamblada posee aspectos parecidos a la formación de una nuclear, pero mayormente contiene factores muy distintos. Las familias nucleares, poseen un tiempo de asentamiento, en donde la pareja se conoce, adoptan rutinas compartidas, en donde ambos proponen sus ideas llegando a consensos, se ponen de acuerdo en un proyecto de vida en común (cuántos hijos tener, la manera de educarlos, economía familiar, etcétera). Después de este periodo llegan los hijos, lo que posibilita que la pareja posea un tiempo para ellos, sin hijos para planificar su vida familiar. En cambio las familias ensambladas enfrentan el desafío de establecerse como familia sin ese tiempo de planificación en común. Además, ambas familias, vienen con rutinas, modos de educación y convivencia diferentes, lo que dificulta el establecimiento de un modo de convivencia común. Algunas de las dificultades son (Burt, M., 2007):
– Un error fundamental es observar a las familias ensambladas como una familia nuclear, sin considerar la complejidad propia de esta nueva configuración familiar.Cuando la nueva pareja decide formar un nuevo hogar, suelen manifestarse diversas expectativas sobre la familia a construir. Sin embargo, cuando una pareja se une en segundas nupcias, los factores son diferentes por lo que las expectativas deben ser distintas.
– En una familia nuclear se considera que el amor entre sus miembros sea espontáneo e incondicional, sin embargo, en una familia ensamblada no emerge el cariño y amor de manera espontánea. Al no considerar éstos y otros aspectos, puede crear expectativas no realistas sobre la conformación de esta nueva familia.
– Uno de los principales factores que influyen en el éxito o fracaso del proceso de ensamblaje, es el establecimiento de nuevos roles, límites y flexibilidad en éstos. Estudios indican que un 40% de las familias ensambladas presentarían roles ambiguos, además los límites serían poco claros o rígidos, aumentando la tensión en las relaciones y dificultando la adaptación a una nueva organización familiar.
– Uno de los estresores en las familias ensambladas son las relaciones entre padrastro e hijastro. Las dificultades son más complejas cuando es una familia compleja versus una simple. La presencia de hijastros presenta un mayor estresor para la para la nueva pareja de familia ensamblada. Por otra parte, se ha observado que una baja calidad marital y baja estabilidad en la pareja, se relaciona con la presencia de hijastros. Lo anterior, sería afectado por una relación insatisfactoria entre padrastros e hijastros. Asimismo, la percepción de cómo la pareja trata a los hijos de uno, también afectaría la satisfacción marital.
– Los miembros de una familia ensamblada, se enfrentan a diversos duelos que deben ser procesados ya sea de manera individual o familiar. Por ejemplo, enfrentar el duelo de la ilusión de una familia nuclear, el duelo de los hijos de no vivir con uno de los padres, entre otros.
¿Qué favorece la configuración de esta nueva familia?
Como se mencionó anteriormente, las familias ensambladas en sus inicios enfrentan desafíos diferentes, que complejizan el surgimiento de una nueva organización familiar en donde todos se sientan incluidos. El conocer los desafíos con los que se enfrentará, disminuye la ansiedad y el miedo a al futuro, de esta manera se han reconocido siete etapas que estas familias atravesaría para lograr consolidarse (Burt, M., 2007):
– La primera etapa es la de Fantasía(o la carga invisible): tal como su nombre lo dice, es la etapa en donde todos fantasean acerca de esta nueva confirmación familiar.
– La segunda etapa es la Inmersión (o estar perdidos en medio de la realidad): es la etapa en donde emergen las diferencias de cada uno y de cada familia. Por ejemplo, una madre con sus hijos estaba acostumbrada a almorzar todos los sábados juntos y el padrastro, tiene como rutina ir todos los sábados a la casa de sus padres a almorzar. Estas diferencias crean roces y conflictos entre sus miembros.
– Tercera etapa, Toma de conciencia(o cómo dar un sentido a lo que está pasando): esta es la etapa en donde se reflexiona sobre lo que está ocurriendo o los sentimientos que han emergido. Por ejemplo, uno de ellos entiende que no siente celos por la hija de su pareja, sino que desea tener un espacio de intimidad con su pareja. Por lo que la nueva pareja comienza a pensar que las cosas no “no se están dando como yo quería”.
– La cuarta etapa es la de Movilización (o la discusión de las discrepancias): en esta etapa los miembros comienzan a tomar decisión y expresar sus necesidades. Dependiendo de las decisiones que se tomen, se verá reflejado si la estructura familiar continuará siendo como era la familia biológica o se realizarán cambios en la nueva estructura familiar.
– Quinta etapa, Acción (o cómo trabajar de común acuerdo): a medida que la estructura familiar comienza a cambiar, las diferencias empiezan a resolverse. En esta etapa a diferencia de las primeras, las discusiones llegan a un acuerdo en común, se establecen nuevas normas, ritos, hábitos, y costumbres familiares propias de la nueva organización familiar.
– La sexta etapa, Contacto (o la intimidad en las relaciones ensambladas). En esta etapa, es posible sentarse a conversar entre todos y solucionar las diferencias. Existen relaciones, lasos entre los miembros, gracias a los cambios logrados por la quinta etapa de Acción.
– Séptima etapa, Resolución (o cómo retener para luego soltar): en esta etapa las relaciones entre los miembros ya no traen tensión, sino que son conocidas y reconocidas. Además, ya existen reglas y rituales propios de la nueva familia ensamblada, en donde todos los miembros de la familia los reconocen como propios.
Como hemos mencionado, las familias ensambladas se enfrentan constantemente a nuevos desafíos que tensionan las relaciones entre sus miembros. No obstante, podemos encontrar ciertos factores que contribuirían a un proceso de ensamblaje exitoso. Visher, E. y Visher, J. (1993), definen como familias ensambladas exitosas “a aquellas que han manejado con efectividad las exigencias, de un modo tal que la mayoría de los integrantes del hogar están generalmente satisfechos con su nueva constelación familiar”. Algunas características serían:
– Que los miembros de la familia hayan realizado un duelo adecuado de las pérdidas que emergen al divorciarse.
– Los miembros poseen expectativas realistas acerca de esta nueva familia y que no será como la primera familia.
– En las familias exitosas existe una pareja unida y fuerte.
– Se crean rituales propios de las familias, para recordar momentos felices.
– Se forman relaciones ensambladas satisfactorias, entre todos los miembros de la familia y sobre todo entre padrastros e hijastros.
– Ambas casas separadas son cooperativas, para esto debe haber una relación adecuada entre los padres de los hijos y además una relación adecuada entre el padre y el padrastro, para construir una coalición parental entre los adultos.
– Estas familiares presentarían un fuerte compromiso al matrimonio y a la familia, y tendrían como objetivo lograr el éxito en el ensamblaje.
– Estas familias son proactivas en coordinar reglas y límites entre los hogares de cada padre y constantemente hacen esfuerzos para no dejar a los hijos en el medio de las discusiones con los padres biológicos. De la misma manera, hacen esfuerzo por dedicar el mismo tiempo en pareja como en familia, dado la importancia de crear espacios familiares.
Ps. M. Francisca Cherniavsky
Ps. Vivián Díaz
Películas Recomendadas:
– Quédate a mi lado (1998). Director:Chris Columbus.
– Los míos, los tuyos y los nuestros (2005). Director: Raja Gosnell.
– Mi Familia (2010). Director. Lisa Cholodenko.
Bibliografía:
– Burt, M. (2007). Cómo Salir Adelante con una Familia Ensamblada: Ocho pasos para una buena convivencia familiar. Asociación de Psicoterapia Sistémica de Buenos Aires: Buenos Aires.
– Gorell, G. (1990). Las Familias Reconstituidas. Revista Sistemas Familiares, 6, 17-27.
– Visher, E. y Visher, J. (1993). Dinámicas de las Familias Ensambladas Exitosas. Revistas Sistemas Familiares, 9, 69-75.