¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA POSITIVA Y CÓMO APLICARLA EN NUESTRAS VIDAS?

Marzo es para muchos sinónimo de estrés y agobio, se acaban las vacaciones y comienza el año escolar y laboral. Como si fuera poco hay que pagar las cuentas que dejaron nuestras vacaciones, comprar los útiles escolares, el uniforme… en fin, una serie de gastos que nos pueden hacer sentir pesimistas. Frente a esto, ¿cómo poder llevar una vida más optimista?, ¿qué beneficios conlleva?

Muchos piensan que la psicología sólo se dedica a tratar trastornos emocionales, como la depresión y ansiedad, dejando de lado la parte positiva de las personas. Esto no es del todo así, ya que existe una rama de la psicología llamada Psicología Positiva, la cual ha estudiado durante los últimos años el efecto de las “emociones positivas” en la vida de las personas (placer, felicidad, compasión, gratitud, amor, entre otras), llevando a muchos psicólogos a explorar el terreno de la fortaleza humana y las fuentes de la felicidad.

Para entender la importancia de la Psicología Positiva, necesitamos entender cómo y por qué las emociones positivas funcionan. Se ha descubierto que las personas que piensan positivamente y se sienten mejor viven durante más tiempo. Pero exactamente ¿cómo los pensamientos positivos y los sentimientos de placer ayudan a la gente a vivir más?

Las emociones positivas, al igual que las emociones negativas, afectan nuestro cuerpo y cerebro, disminuyendo incluso nuestro ritmo cardíaco. La mayoría de las veces queremos sentir emociones positivas en el presente, como alegría o estar conectados hacia alguna actividad o persona que nos hagan sentir plenos. También es importante rescatar que las emociones positivas podemos cultivarlas y sentirlas a través de vivencias ocurridas en el pasado (como la gratitud que podemos sentir frente a una experiencia o persona) y proyectarlas hacia el futuro (como tener fe, esperanza, seguridad y optimismo). Por otro lado, las emociones positivas que nos conectan con otras personas, como el amor y la compasión, son muy poderosas ya que nos ayudan a crear un mundo mejor y a llevar una vida con sentido.

Es importante desarrollar estrategias para desarrollar emociones positivas más a menudo. El uso del humor ayuda a conseguir este fin, pero no es suficiente. La idea es llegar más lejos y encontrar significados positivos, es decir, ver los beneficios que toda situación negativa puede traernos. Uno puede encontrar ventajas aún en las situaciones menos favorables, focalizándonos en encontrar los beneficios y fortalezas que nos puede traer e intentar resolverlas con la ayuda de otros, en el caso en que nos superen.

Muchos se estarán preguntando, ¿cómo puedo agregar más experiencias positivas a mi vida? Porque no se trata de reprimir nuestros conflictos y hacer “como si no existieran”, si no que saber sobrellevarlos, pedir ayuda cuando es necesario e intentar aprender de ellos, para así sentirnos más fortalecidos con esa experiencia. Las emociones negativas son necesarias para “florecer” y crecer como personas. Por otro lado, las emociones positivas por naturaleza son sutiles y fugaces, el secreto es no negar su transitoriedad, para así encontrar maneras de incrementar su calidad.

Una manera es estar consciente del momento presente, porque aunque sea difícil creerlo, la mayoría de los momentos del día son positivos. Perdemos muchas oportunidades para experimentar emociones positivas porque pensamos mucho en el pasado o en las preocupaciones del futuro, en vez de estar conectados con lo que está sucediendo en el presente. Otra manera es prestar atención a la bondad, no sólo lo que los otros han hecho por nosotros, lo que sin duda nos hará sentirnos agradecidos, sino que lo que lo que nosotros podemos hacer por otros, es decir, cómo le podemos alegrar el día a otros. Se ha visto que sólo por poner atención y notar cuando hemos sido amables (no necesariamente aumentando la frecuencia de las veces) nos puede hacer más positivos.

Otra simple técnica es salir afuera de la casa cuando hay buen clima. Estudios muestran que las personas que pasan 30 minutos afuera cuando el tiempo es bueno, muestran una mejoría en su humor. Otra manera de incrementar las emociones positivas es meditar y también reorganizar nuestra vida alrededor de nuestras fortalezas. Nos podemos preguntar a nosotros mismos: ¿estoy realmente haciendo lo que realmente sé hacer bien? Tener un trabajo u ocupación que nos permita usar nuestras habilidades es un gran recurso para hacer perdurar las emociones positivas.

Para terminar, les dejamos algunos tips de la socióloga Christine Carter, para incrementar las emociones positivas a lo largo del día:

1. Reflexiona sobre qué te hacía feliz anteriormente. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste bien?

2. Identifica las circunstancias y conductas que te hicieron sentir esa emoción. Quizás te sentiste esperanzado escuchando una buena charla o leyendo un libro, o amado cuando tu hijo se acercó a ti y te abrazó o agradecido cuando alguna vez tuviste un problema en el trabajo y un amigo te ayudó.

3. Trata de pensar cómo puedes hacer para que esa situación se vuelva a repetir otra vez, y acá está el truco: agéndala. Estudios han demostrado que hacerse el tiempo para realizar actividades que nos hacen felices o que nos hicieron sentir bien en el pasado, nos harán sentir bien en el presente y futuro. A estas actividades se le llama “priorizando lo positivo”, y es la mejor manera de pasar al menos un pequeño tiempo en nuestro día con algo que nos haga sentir bien.

Para más información ver las siguientes referencias:

Carter, C .The Science of Finding Your Flow: How to Create Happiness and Maximize Productivity (eCourse). www.raisinghappiness.com

Fredrickson, B (2003). The Value of Positive Emotions. The emerging science of positive psychology is coming to understand why it’s good to feel good.

The Science Of Happiness. Barbara Fredrickson On Cultivating Positive Emotions. Originally published in The Sun, May 2009. angelawinter.com/the-science-of-happiness/

Ps. M. Francisca Soto T.