DEPRESIÓN ADOLESCENTES. PREVENCIÓN DESDE PRÁCTICAS FAMILIARES

Si bien es normal que hayan cambios en la pubertad caracterizado por estados del ánimo disfóricos e inestables, cuando un adolescente es diagnosticado con Depresión debemos tomarlo enserio, ya que genera un enorme impacto en su desarrollo psicosocial y conlleva riesgo de suicidabilidad (50% de los adolescentes que se suicidan padecen de depresión). Según estadísticas nacionales la depresión estaría afectando entre un 4 y 8% de nuestros adolescentes, e incluso hay cifras mayores como en la Encuesta Nacional de Salud del 2011 que indica un 25%, aunque esa estadística puede estar inflada por falta de rigurosidad en el diagnóstico.

En promedio los episodios depresivos duran cerca de 8 meses y si son leves, pueden recuperarse espontáneamente dentro de un año. Sin embargo, aunque sean leves, la gran mayoría requieren de algunos cuidados especiales, como aprender a manejar los síntomas, llevar un chequeo frecuente con el médico, aprender sobre la enfermedad, etc. Lamentablemente, pese a la recuperación, un alto porcentaje, cercano al 70%, vuelve a recaer en algún otro momento de la vida. Si es una depresión moderada o severa lo más probable es que requiera de un tratamiento especializado para la remisión de los síntomas. En general lo que ha mostrado mayor efectividad es la psicoterapia y los fármacos antidepresivos (pese a que el debate continúa respecto a qué tipo de terapia, qué tipo de fármacos para su uso en adolescentes y si es mejor la combinación de ambos).

Pese a que siempre hay un factor hereditario en la Depresión y en los trastornos anímicos en general, los queremos invitar a que puedan promover prácticas ambientales o familiares para evitar o postergar un cuadro depresivo. Para lograr este objetivo recomendamos fomentar los siguientes factores protectores que han sido estudiados como elementos que cuidan y protegen a los adolescentes de dicho trastorno:

-Evitar conductas de rechazo, relaciones tensas y crítica constante a los hijos.

-Apoyarlos no solo en momentos de conflicto, sino todo el tiempo, por ejemplo en el colegio, con los amigos, con incentivar prácticas de bienestar, etc.

-Promover la cohesión familiar y la comunicación al interior de la familia

-Si Ud. como madre o padre sufre de depresión, le sugerimos realizarse un tratamiento lo antes posible.

-Si está separado(a) o divorciado(a) busque maneras saludables de resolver los conflictos, no involucre a sus hijos en conflictos de lealtad, ni sea hostil con la ex pareja en presencia de éstos.

-Si ve que su hijo(a) puede estar sufriendo de bullying o acoso escolar, tome medidas de inmediato con el establecimiento educacional para detener la situación.

-Fomente que su hijo(a) tenga amigos y conózcalos, invitándolos a su casa, conociendo a sus padres. Es importante que su hijo(a) tenga espacios de sociabilización.

-Si ustedes como familia o su hijo(a) ha vivido alguna situación que resultó ser traumática, busque ayuda con un especialista, ya que con el tiempo puede transformarse en Depresión.

-Sea ejemplo de un pensamiento optimista y resiliente, versus uno pesimista y auto-derrotante. Para esto tendrá que estar consciente de qué estilo de pensamiento está transmitiendo a los hijos y con qué actitud resuelve o enfrenta sus conflictos.

-Finalmente, pero no menos importante, genere un ambiente familiar con sentido del humor y fomente actividades deportivas periódicas.